FESTIVAL 2021

LÍNEA CURATORIAL 2021

NARRATIVAS E IDENTIDADES EMERGENTES

Queremos darte la bienvenida a esta proyección de imágenes, experimentos y sueños que no para. Del 16 al 30 de noviembre del 2021, tendremos una cita para seguir construyendo la comunidad artística y cultural CALI FOTO FEST (Festival de Fotografía Experimental de Cali – virtual), que apuesta por tejer redes y alianzas mediante la fotografía experimental como puente para dialogar y co-crear desde diversos saberes, realidades e identidades.

Esta edición del 2021, denominada CALI FOTO FEST: narrativas e identidades emergentes, propone una lectura y una comprensión de la fotografía experimental como un canal que, por medio de distintos formatos y técnicas, permite la emergencia de historias (espacios, realidades, personajes, tiempos) y subjetividades (un sujeto que enuncia y comunica), en el marco de un contexto social en constante transformación. 

OBRAS SELECCIONADAS 2021

#GENTEBELLA
QUENOEXISTE

Ricardo Arispe – Venezuela
Retratos por inteligencia artificial (AI), 2020

LA PARADOJA SOBRE LA EXISTENCIA de estas “personas” y el estado contemporáneo de las imágenes digitales como un flujo de información (bits) manipulable por una inteligencia artificial (AI), es decir, fotografías o más bien retratos hechos por no humanos y que circulan en un espacio virtual que, a su vez, funciona como un espacio irreal de avatares, nos ponen a reflexionar sobre la, aún vital,  necesidad del ser humano de crear objetos que, aunque no se puedan tocar, existen así sea en forma de códigos, bits o ideas. Esta obra se apoya, además, de textos para generar la identidad virtual de los personajes y presenta los errores del programa como una analogía a las malformaciones genéticas humanas.

RICARDO  ARISPE

Artista visual. Investiga sobre temas como la cotidianidad, la política y el poder, y la relación de estos con lo social. Tiene interés por la tecnología, Inteligencia Artificial (IA) y el uso de herramientas contemporáneas. Inició carrera expositiva en el 2011 y ha participado en numerosos proyectos individuales y colectivos. Es autor de varios fotolibros.
VENEZUELA

GUARIDA 
LÍQUIDA

Desyree Valdiviezo Palacios – Perú
Autorretrato y archivo fotográfico familiar, 2021

LOS ESPACIOS MENTALES Y LAS HERIDAS transgeneracionales que se producen por un duelo irresuelto de parte de la madre. Sombras y traumas que se manifiestan y procesan a través de fotografías e intervenciones al archivo familiar. A partir de memorias y escenarios poéticos se generan sensaciones fuertes y reconfortantes a la vez: mostrar la ausencia encarnada en la imagen.

DESYREE VALDIVIEZO PALACIOS

Licenciada en Comunicación y magíster en Fotografía de Autor y Proyectos Profesionales de Lens Escuela de Artes Visuales en Madrid. Ha participado en el Festival Internacional de Fotografía en Valparaíso (FIFV 2021), en el Taller de fotografía “20 Fotógrafos Atitlán” realizado en Guatemala, entre otros. Emplea la fotografía para recorrer y actualizar sus vínculos familiares. La naturaleza y, en especial el mar, son los escenarios de donde nacen estos procesos.
PERÚ

ANALOG(IA)S

Camila Alvarado – Colombia
Cianotipos con intervención digital algorítmica, 2021

SERES COMO HÍBRIDOS MÁQUINAS Y HUMANOS SIN ROSTRO, plantean una suerte de no identificación con el archivo familiar, y no solo por la parte de la imagen visiblemente faltante, sino por el mismo gap entre la codificación algorítmica y la imagen en la búsqueda de patrones identitarios. Aporta nuevas formas de uso e intervención del archivo familiar, así como de generación de una narrativa, tanto en su conceptualización, como en el uso de técnicas analógicas (cianotipia) y la intervención tecnológica y digital (modificación en Photoshop y adición de códigos).

CAMILA ALVARADO

Artista visual de la Universidad Javeriana. Su trabajo ha sido expuesto a nivel local e internacional en diferentes espacios institucionales, independientes y virtuales. Ha sido ganadora de dos becas del Programa Distrital de Estímulos en el 2020 y el 2021. Utiliza distintos medios como la fotografía, el video y la instalación para hablar de temas relacionados con el poder como dispositivo de control ejercido sobre los cuerpos, desde diferentes instituciones como la religión, la familia, la política y la tecnología.
COLOMBIA

HABITAR

Nicolás Vidal – Uruguay
Imágenes de videovigilancia intervenidas por niñas/os y adolescentes, 2021

UN MUNDO MEJOR ANHELADO por niños, niñas y adolescentes, ya no visto solamente a través de cámaras de seguridad sino mediante la mirada de quienes, ante la frialdad de los espacios deshabitados y las relaciones rotas y distantes pospandemia, generan el deseo por otro mundo. Acaso, ¿uno renovado ambientalmente?, creíamos que sería posible estando encerrados, ahora estamos ahogados en medio de tapabocas; ¿uno más sensible y consciente del cuidado individual y colectivo?, la pospandemia ha evidenciado la amenaza que representa el otro, ha fortalecido el miedo a acercarnos y unirnos, ha deteriorado la posibilidad de una enérgica fuerza colectiva. 

NICOLÁS VIDAL

Fotógrafo y docente. Actualmente, es coordinador del Área Educativa y Comunitaria del Festival de Fotografía San José Foto, es parte del área educativa del Centro de Fotografía de Montevideo, coordinador del espacio de formación Rumbo en Casa Arbus y director artístico de Sur. Ha participado de varios Festivales de fotografía internacionales con propuestas de taller y expositivas en Uruguay, Argentina, México y Brasil, y en numerosas publicaciones internacionales. Ha obtenido varios premios por sus fotografías de autor.
URUGUAY

CATÁLOGO 2021

NARRATIVAS
E IDENTIDADES 
EMERGENTES

Por: Mónica Vilá
Introducción Catálogo 2021
Edición: Mónica Vilá

Los días en los últimos meses de un año siempre se suceden veloces y vertiginosos, como si el mundo entero quisiera furiosamente lograrlo todo antes de finalizar un ciclo. Sentarse a ver detenidamente uno a uno los proyectos presentados a la convocatoria del CALI FOTO FEST, si bien representa un enorme asombro y ¿por qué no?, una cierta alegría por ver tantos trabajos tan interesantes, diversos y profundos, no resulta menos vertiginoso que este casi descenso hacia el final del año. Sentir mis ojos tocando cada fotografía, aún en una pantalla, en el fondo sí se aproxima a un gesto háptico porque cada imagen tiene entrañas, fluidos, coceduras, quiebres que se sienten táctiles a la vista, que se atraviesan en la garganta y se anidan detrás de los ojos en un pozo secreto y oscuro. Acá la necesidad es lanzarse a las calles, ir adentro de nuestros cuerpos, hacia lo profundo de nuestras memorias y del paisaje que nos rodea y tocarles, escarbar en sus rincones y, como en una cirugía, adentrarse en cada órgano para conocer y aprehender cómo funcionan las cosas, saber qué es lo que se ha roto y después, intentar juntar y reparar cada parte, o al menos poner en una bandeja aquellas entrañas para que sean visibles y sepamos de nuestras preguntas, inquietudes, inconformidades y urgencias.

Si las y los artistas que participaron en esta convocatoria son quienes realizan aquellas cirugías, yo podría ser algo así como alguien que sugiere un diagnóstico posterior. Por supuesto, sin la pretensión de elaborar juicios de valor, sino más bien de obtener una suerte de estado del arte que, especialmente en estos tiempos, se convierte casi que en un diagnóstico clínico de las enfermedades, necesidades, preguntas y formas de responder de personas que encuentran en el arte y la fotografía experimental, maneras de generar conocimiento a partir de esa intervención a lo que les interpela interior y exteriormente. Desde una sensibilidad que podría parecer subjetiva, me aventuro a señalar que el año pasado hubo una suerte de resistencia a la muerte que podía representar el estar en confinamiento, con el correspondiente alejamiento a la realidad tangible y externa a nuestros hogares, y en contraposición, un movimiento monumental del espíritu en contra del silencio creativo y de la inmovilidad de los pensamientos. Creer que era una oportunidad de cambio, identificar problemas y pensar que aprenderíamos la lección, atisbos de esperanza, solidaridad, conciencia y luego, después del temor a que todo cambiaría para siempre, darse cuenta de que no, que poco cambió y más bien quedó expuesto ante los ojos de todos los seres vivos que el mundo está roto. Ya entonces, en una convocatoria como esta, no se habla de una pandemia o solo del confinamiento, sino de un mundo que estalló a nivel social por la desigualdad, las injusticias, la corrupción, pero sobre todo la gran explosión-implosión fue a nivel íntimo y personal.

Así, en este presente con los pedazos por todos lados, las y los artistas, las personas encargadas de hacer la cirugía, se presentan con una urgente necesidad de tocar ese mundo, esa materia de la que estábamos aislados y que creíamos que solo haría presencia en la virtualidad. Operar en acercamientos de tipo más plástico, e incluso escultórico en algunos proyectos: se trata de escarbar en los recónditos lugares de la memoria personal, familiar y colectiva, en los archivos que la componen, desde los álbumes familiares, hasta objetos que hacen parte de aquella historia; en el propio cuerpo, sus partes, fragmentos y dolencias; en el espíritu y aquellas mismas aflicciones, nuevamente, ya no a través exclusivamente de la fotografía, sino también de aquellas intervenciones hechas con el cuerpo: coser, bordar, romper, fragmentar, sobreponer, manchar, borrar, performar, entrar, abrir.

Me causa mucha curiosidad el gran volumen de trabajos que abordan temáticas relacionadas con el cuerpo, desde diversidad de formas y apuntando a diferentes lugares, pero principalmente a través del auto-retrato y gestos performáticos, con una necesidad de reconquistar el cuerpo femenino o de cuestionar la masculinidad; o el cuerpo para hablar de la memoria, las ausencias y la desaparición; para aproximarse al paisaje y encontrar en ese mismo cuerpo mapas y cartografías hacia la orientación; e incluso, en esa no presencia del cuerpo, su aparición a través de rastros, fluidos y grietas. Al cuerpo y a los demás temas trabajados, los atraviesa un algo sórdido, misterioso, un cierto sentido de lo desagradable y lo ambiguo. De esta manera, es que ya no solo se practican cirugías, sino también se puede ser seres abominables, polillas que laten y revolotean en las sombras, en los resquicios de este mundo polvoriento, pero siempre buscando la luz: la luz para las fotos, la luz del conocimiento, del descubrimiento, de la creación.

Aunque la materialidad en diferentes estados fue avasallante, vale la pena mencionar que los proyectos también apuntaron a algo que nos compete enteramente y de lo cual no podemos escapar y es lo digital abordado desde la virtualidad, las pantallas, las redes sociales, los códigos, la inteligencia artificial y la identidad digital. En suma, aquellos lenguajes que son incluso más cotidianos ya, que sentir otros cuerpos tocándonos o tan solo cerca.

En esta segunda versión del Festival de Fotografía Experimental, CALI FOTO FEST, se recibieron 264 proyectos de 23 países del mundo y 23 municipios de Colombia. La participación tuvo diversidad de poblaciones, identidades, géneros y por supuesto, miradas. El llamado se enfocó en las narrativas e identidades emergentes, entendiendo por esto, sí puntos de vista y búsquedas que emergen, que pretenden salir y hacerse visibles, pero también lo que se presenta como una emergencia, como una necesidad imperiosa. Así, los resultados de aquello que propongo como cirugías son, entonces, una suerte de rebeldía contra aquel mundo que, aunque roto, más que pedir que se curen esas grietas, nos invita a recuperar en lo posible todos los fragmentos, ensalzar aquellos resquebrajamientos y, sobre todo, hablar desde múltiples lenguajes sobre lo que aún necesitamos entender de la historia personal, familiar y colectiva.

MEMORIAS 2021

AGENDA 2021

APOYOS 2021

Festival de Fotografía
Experimental de Cali.

Producido por el Colectivo Cámara Expandida.

Correo electrónico: califotofest@gmail.com

Teléfono: 
318 7956429
3138600850

Cali, Colombia

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